martes, 3 de junio de 2014

El viaje de El Loco

Fotografía ©Daniel Saborío

Por Daniel Saborío
El loco es un peregrino místico que un día decide conocer el universo. Entendió que para lograr su cometido tenía que comenzar conociéndose a si mismo. Recordó aquella frae que había escuchado alguna vez:
‘Conócete a ti mismo y conocerás al universo´

Se vistió de bufón, para pasar desapercibido ante aquellos monstruos intelectuales que congelan al mundo con su aliento frígido. Aquellos que reemplazan las caricias por títulos universitarios y se arropan con el pendón de la filosofía pesimista y burocrática.

¡Se transformó en el sabio tonto!
Materializó sus egos en un animal sagrado y lo adoptó como un compañero de viaje. Un espejo primario en el cual ve reflejada sus acciones menos evolucionadas. 

El loco viaja conociendo maestros que son él mismo en un rol espiritual distinto.

Se ve como:

El Mago, hermoso alquimista, talentoso y seductor natural.

La Papisa, frígida cósmica que se pasa estudiando los textos sagrados, escribiendo respuestas para las preguntas que aún no se formulan.

La emperatriz, una madre cariñosa y protectora que emplea su lado receptivo para convertir su cuerpo en una antena metacósmica que capta las enseñanzas del universo.
El emperador, el padre, el lado activo, un viejo con las botas llenas de experiencia. Utiliza su lado activo para proveer a su clan lo necesario para florecer y conquistar.
El papa, una entidad mística sentada en el trono de la espiritualidad. Él sabe que la religión no se encierra en torres burocráticas ni es la institución del alma, es religar el macrocosmos con el microcosmos. El universo con con el cuerpo.
El Enamorado, bendito brillo de sol abrumado por un cupido simplón que no sabe qué camino es el más evolucionado.
El Carro, comandado por un personaje andrógino que parece un enano. Lleva en sus caballos la indomable pasión de sus egos.
La justicia, con su balanza y su espada desnudas. Siempre leyendo las leyes para aplicar la retroalimentación kármica con rigor y dulzura.
El peregrino, el mismo Loco con millones de años disfrazados de arrugas en el rostro. La sabiduría encapsulada en la avaricia del tiempo.
La Rueda de la Fortuna, el centro de diversiones de las entidades trascendidas. Saben que deben subir para bajar.
La fuerza, una dama varonil que doma al león de sus pasiones.
El Colgado, un extraño ente, que se mece con el viento colgado de un sólo pie, meditando el ser o no ser, observando al mundo desde otra perspectiva.
La Muerte, el Loco se enfrente ante su propia mortalidad. Entiende que la muerte es una mudanza necesaria. Un cambio trascendental.
La Templanza, un ángel encarnado. Una luz materializada que vierte el agua de la vida en cántaros milenarios. Enseña lo importante de filtrar las acciones para obtener resultados cristalinos.
El Diablo, un demonio carismático que gusta de engañar a los débiles de corazón. Maestro de los intelectuales y terror de los imbéciles.
La Casa Dios, una enorme mansión donde habita el alma, el propio cuerpo, el universo mismo.
La estrella, una entidad cósmica materializada en una dama. Como buena doncella se enamoró al bajar a la tierra. Goza de experimentarse a través de sus cinco sentidos.
La Luna, la concubina de la bohemia, la creación, el arte, la dama desnuda que invita a crear una danza poética en su vientre capaz de derretir soles.
El Sol, saluda a los gemelos desnudos que representan la dualidad del ser humano.
El Juicio, el momento en donde el Loco pone a prueba todas sus enseñanzas. Al llegar con este maestro, ya es un iniciado milenario. Trascendió, perdió el cuerpo es energía pura que vibra a la par de corazón de Dios. Conoce los misterios del karma.
El Mundo el Loco se vuelve sabiduría y regresa al útero del universo. Descubre que lo más bello de la vida es la sabiduría.
Benditos sean los que en su camino se encuentren a este personaje y le den de beber. Benditos sean los que siguen sus pasos. 


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