lunes, 13 de junio de 2016

Fernando Pessoa, el mago que también era poeta



Ya sabemos que Pessoa es considerado como uno de los poetas más brillantes del mundo, que es un gran referente de las letras portuguesas, que fumaba 4 cajetillas al día y que era adicto al aguardiente. Pero sabemos también que, este master, sabía de otras magias además de las letras







Lisboa13 de junio de 1888 - ibídem30 de noviembre de 1935


Practicó la escritura automática, es decir, entraba en un estado de trance locochón con el cual podía conectarse con espíritus chocarreros del más allá quienes le dictaban algunas cosillas misteriosas como aquella vieja y conocida frase que le dictó el filósofo Henry More desde otra dimensión:

“Eres el centro de una conspiración astral —el lugar de encuentro de elementos de una índole muy maléfica. La mujer puede imaginar lo que tu alma es” (que miedo...)

Según el poeta, estos rituales mediumínicos le otorgaron algunas cualidades sobrenaturales como la telepatía y la visión etérea con la cual afirmaba poder ver el aura de las personas y conocerlas más a fondo. Gracias a estas ondas se fue adentrando en estudios de textos gnósticos, rosacruces y masones los cuales, poco a poco, lo llevaron a conocer al mismísimo Aleister Crowley, ¡la gran bestia!, a quien se atrevió a corregirle algunas imprecisiones astrológicas.


"Si tienen posibilidad de conectar con Mr. Crowley, como me imagino, tengan la amabilidad de informarle de que su horóscopo sigue inalterado y que si tiene en cuenta que su nacimiento tuvo lugar a las 11h. 16m. 39 s. p.m. del 12 de octubre de 1875, tendrá a Aries II en mitad de su cielo, con su correspondiente ascendente y cúspides. Así pues, podrá encontrar sus direcciones de manera más exacta que como había hecho hasta ahora. Por supuesto que esto es mera especulación, y me disculpo por esta intrusión puramente fantástica en lo que, a fin de cuentas, sólo es una carta comercial. Suyo afectísimo.

Fernando Pessoa"

La relación entre estos dos loquillos no pudo ser más que excéntrica además de chistosa. En cierta ocasión Crowley, alcahueteado por Pessoa, fingió su muerte en Boca do Inferno para asustar a su novia alemana con la cual habían peleado brutalmente ocasionando que esta quisiera volver de inmediato a su país.

El mago dejó una trágica nota:
¡La otra boca del infierno va a engullirme, aunque no será tan ardiente como la tuya! Hisos! Tu Li Yu". (Léase en tono trágico y con voz aguardentosa).

Pessoa se encargó de difundir que Crowley se había aventado al vacío en aquel lugar con lágrimas en los ojos por culpa de aquella mala mujer. Como era de esperarse, se hizo un alboroto mediático hasta que Crowley apareció en Berlín en una de sus exposiciones de pintura en compañía de su joven novia quien ya le había perdonado todo.

Turun tun tssssss…

Al final la relación se enfrío, Pessoa dijo que le parecía que Aleister estaba un poco desequilibrado y poco a poco dejaron de frecuentarse en persona. Sin embargo, el poeta y el mago tuvieron una relación epistolar bastante fructífera, el Dossier Crowley es un archivo que le perteneció a la familia de Pessoa y llegó a ser subastada en 50, 000 euros.

El poeta desarrolló cerca de 70 heteronimios, es decir, nombres falsos con los cuales publicaba algunas obras. Fácilmente podía presentarse como: Hola, soy Fernando Pessoa quizá me recuerden con nombres como Alberto Caeiro, Álvaro de Campos o Ricardo Reis.

Hoy Fernando Pessoa estaría cumpliendo 128 años y lo invocamos, desde el másacá hasta el másallá,  con uno de sus poemas más representativos:


El poeta es un fingidor

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente.

Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino sólo el que no tienen.

Y así en la vida se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama corazón.



¡Feliz cumpleaños Fernando!
  


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