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| Ilustración: ©Kamea Hadar |
La noticia de escándalo : que el Presidente
del PRI en el DF, desde las oficinas del PRI capitalino, dirige un negocio
millonario de muchachas contratadas para servir de “Edecanes” prometiéndoles un
buen sueldo, pero que en realidad, resultan siendo compañeras de cama para este
gordo ingrato y para sus amigochos, cuantas veces él lo pretenda.
Lo que impacta es que desde hace años se
conocía en el PRI de los supuestos delitos; pues un grupo de mujeres priistas
lo habían denunciado en una Asamblea General por medio de volantes, sin que se
hiciera algo por remediarlo.
Noticias MVS en labor periodística de una
reportera que se hizo pasar como solicitante del trabajo de edecán, logró
descubrir que una mujer con 4 cargos importantes dentro de las filas del PRI
capitalino (con sus respectivos sueldos en cada uno –a costa de nuestros
impuestos-) era la encargada de reclutar a las señoritas edecanes para
“acompañar” a diferentes personajes pero en realidad era para servir de “simples
prostitutas“.
Entre las revelaciones de una de sus
víctimas –que por supuesto nunca dio su nombre- se narra que a todas las “edecanes” se les obligaba a
vestir sugestivamente y se les nominaba simplemente con un número, de modo que
solo se decía: “ahora le toca a la 6 acompañar a tal o cual funcionario y la 6
iba para todo lo que el señor quisiera hacer de ella. Es más, -se dijo- que después de una reunión
de diputados u otros dirigentes, se dejaban en la mesa tarjetitas con los
números de las edecanes, para que quienes quisieran tomar una (o 2 quizás) se
llevara a su muchacha número tal a su fin de semana.
Según trasciende en las noticias y lo
comenta Excelsior en su artículo del día 5 de abril, este personaje siniestro
se venía sirviendo con la cuchara grande no solo en esta inmoralidad, sino en
varias acciones violentas en su propio partido.
Se anuncia que esto es apenas la punta del
iceberg de lo que los periodistas han logrado descubrir. La realidad es mucho más profunda en esta
trata de muchachas. Con avisos oportunos en periódicos, ofrecía un trabajo bien
remunerado se llevaba a estas muchachas a caer en ese hoyo de fango que se
negociaba en las oficinas mismas del PRI D.F. y en 13 años no se ha hecho nada
en contra de esta caterva de inmorales.
Esto es lo que se sabe. ¿cuánta más podredumbre
sin descubrir habrá en los arcanos misteriosos de este llamado partido? Y ¿los
diputados? Aquellos que velan por nuestros intereses? Qué van a hacer si varios
de ellos mismos han sido los que usufructuaban de estas tarjetitas para su
diversión?
Y ¿nosotros, pueblo? Qué hacemos? Y
¿Cuántos de mis lectores varones comentarán: ¡qué afortunados los que
obtuvieron las tarjetitas. Gratis y muchachas bonitas!
Así está la corrupción de nuestros valores.
Si viéramos la historia al revés,
exigiríamos junto con los padres de estas chicas engañadas, justicia y cárcel
para estos vampiros que están corrompiendo nuestra sociedad.
Pero no lo dejemos en tiempo
condicional. Revelémonos contra estos supuestos
dirigentes partidarios. Hagamos consciencia de que esto está mal. Por
solidaridad con estas mujeres que por necesidad han tenido que ir a caer
–engañadas o no- en esta podredumbre exijamos que esto cambie. Que se aplique
el rigor de la ley. No dejemos pasar esto como una simple noticia. Rechacemos
esas conductas inmorales, esos hechos venales que tronchan en lo más profundo de
su juventud, los anhelos de estas señoritas que salieron de sus pueblos para
encontrar una vida mejor y lo que han encontrado es la esclavitud moderna de la
que va a ser difícil salir.
No más gordos explotadores de mujeres. No
más corrupción solapada. No más engaños.
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