Frank Lloyd Wright fue uno de los grandes masters de la arquitectura del siglo XX y de los años venideros. Su obra se centró en fusionar espacios habitables con la naturaleza, crear imponentes construcciones alterando lo menos posible el entorno natural. Tenía una visión creativa similar a la de los elfos, fácilmente pudo haber construido todo Rivendell, la ciudad gobernada por Elrond en la saga de El Señor de los Anillos.
8 de junio de 1867 en Richland Center, Wisconsin (Estados Unidos) - 9 de abril de 1959 en Phoenix (Arizona) |
Todo gran arquitecto, necesariamente, es un gran poeta. Debe ser un gran intérprete original de su tiempo, de sus días, de su época. Frank Lloyd Wright
Frank pasó su niñez en una granja en Wisconsin, donde poco a poco
se fue sensibilizando con los espacios orgánicos y la forma en la que los
animales construían sus guaridas utilizando a la perfección el entorno que los
rodeaba. Esto hizo que sus obras buscaran acoplarse a su entorno, mimetizándose
con el ambiente sin perder su propuesta contemporánea.
Una de las cosas más chidas es la forma en la que separó los
espacios interiores, dividía las estancias a través de distintos niveles en los
techos o en los muros, con esto lograba una sensación de amplitud y una
iluminación impresionante, con lo cual marcó la diferencia entre espacios definidos y espacios cerrados.
Otra de las cosas más locochonas
de Lloyd, es que fue un apasionado de la arquitectura maya. Cuando vino a
México quedó fascinado con las construcciones precolombinas, con la forma en
que se adaptaban perfectamente en las selvas. Algo bastante irónico, porque
siendo uno de los grandes exponentes de la arquitectura gringa, muchas de sus obras, o al menos las más representativas,
fueron inspiradas por diversos elementos arquitectónicos del sur de México y
Guatemala.
En 1941 Diego Rivera, gran admirador de su obra, lo invitó a echarle
un vistazo a su proyecto, el Museo
Anahuacalli, un recinto basado en el trabajo de Lloyd en donde se albergan
las más de 50 mil piezas prehispánicas que el muralista coleccionó a lo largo
de su vida. Al final, el museo fue terminado por Ruth Rivera, hija de Diego, y
por Juan O’ Gorman 23 años después.
Sus obras más chidas
1893-1894. Casa William H. Winslow, (River Forest, Illinois)
Casa para Isabel Roberts (River Forest, Illinois)
1901-1902. Casa William G. Fricke (Oak Park, Illinois)
Casa Darwin D. Martin (Búfalo, Nueva York)
1902-1903. Casa Ward W. Willitts (Highland Park, Illinois)
Casa Northome de Francis W. Little (Nueva York)
Edificio de la Prensa (San Francisco)
1903-1905. Edificio Larkin (Búfalo, Nueva York)
1905-1907. Templo Unitario (Oak Park, Illinois)
1907-1908. Casa Avery Coonley (Riverside, Illinois)
1908-1909. Casa Frederick C. Robie (Chicago, Illinois)
1909. Casa de Mrs. Thomas Gale (Oak Park, Illinois)
1912-1913. Casa de juegos A. Coonley (Riverside, Illinois)
1911-1959. Taliesin (Spring Green, Wisconsin)
1912-1914. Casa Francis W. Little. (Wayzata, Minnesota)
Centro Cívico Marin (San Rafael, California)
Casa de Frank J. Baker (Witmeth, Illinois)
Casa de Robert Evans (Longwood, Virginia)
Centro Educacional Corbin (Wichita, Kansas)
1935. Casa de la Cascada (Fallingwater) (Ohiopile, Pensilvania)
1936-38. Edificio Administrativo Compañía Johnson & Son (Racine, Wisconsin)
1936-37. Casa Jacobs 1
1945. Casa Sundt
1947. Casa Jacobs 2
1959. Museo Guggenheim, (Nueva York)
Auditorio Grady Gammage (Tempe, Arizona)
Teatro Kalita Humphreys (Dallas, Texas)
Casa Walker (Carmel, California)
Edificio Sede Principal de Johnson Wax (Racine, Wisconsin)
Hotel Imperial (Tokio, Japón)
Edificio de National Insurance (Chicago)
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